5 días, quizás tres….. Ya no aguanto las ganas de coger la mochila. Solo estamos esperando que se solucionen algunos problemas monetarios (siempre son los mismos), para comenzar el viaje. Ya casi ni puedo pensar en otra cosa.
Fui al Banco do Brasil para comprar dólares y cuando estaba delante del mostrador me explicaron que ellos sólo dan el 30% en dólares, el resto es el travelers cheques de American Expresss. Me quede sin saber que hacer, si coger los cheques o no, al final la mujer me explicó que estos cheques pueden cambiarse por la moneda local de cualquier país, sin ningún tipo de problema con el aliciente de que van con mi firma y si fueran robados nadie puede usarlos y me devolverían el dinero. Una idea que me pareció magnífica. El problema es que no se muy bien si confiar en que va a ser tan fácil encontrar donde los acepten. Pero como otras tantas cosas no lo sabré hasta que esté allí.
Por otro lado comenzaron las despedidas, pero no son tristes, al final de cuentas creo que vuelvo en poco más de un mes y medio, creo, porque no hay nada seguro en la vida...
Ayer fueron mis alumnas de español a las que las despedí dando una clase de culinaria, exactamente dándolas a probar el producto más típico español: la tortilla de patata. Tras algunas caras raras, y algunos miedos tengo que decir que adoraron. Ahora sí están realmente preparadas para viajar a España. Hoy será mi última clase de capoeira, seguiré intentado hacer el papagayo. Y el fin de semana las portuguesas, los amigos latinoamericanos…. Después, la carretera.
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